Como siempre el show del mediotiempo del Super Bowl es un motivo de expectación entre la audiencia tanto regular como ocasional en el mundo de la NFL, y no es para más ya que en este espacio se han presentado artistas que buscan consagrarse como superestrellas dentro de su gremio, ejemplos sobran pero el que siempre es nombrado es el de Michael Jackson quien asombró a todos quedándose quieto como una estatua humana por tres minutos, en ejemplos más recientes tenemos a los Black Eyed Peas, Katy Perry, Lady Gaga, Coldplay, Beyoncé y The Weekend.
Este año al celebrarse el máximo partido dentro de la NFL en la ciudad de Los Ángeles, casa de los LA Rams y LA Chargers, se optó por escoger un show de mediotiempo que lejos de celebrar el glamour y hedonismo por la que la ciudad de las estrellas es conocida, apelara más a uno de los máximos movimiento tanto sociales como artísticos de finales de los años ochentas y principios de los noventas: el rap de la West Coast.
Fue así como un ensamble generacional de raperos fue anunciado para el mítico show, siendo encabezados por el padrino de este movimiento y máximo MC de la costa oeste: Dr. Dre. Al doctor se le unían sus dos protegidos: Snoop Dogg y Eminem quien a pesar de no provenir de esta ciudad o extremo del país, ha adoptado esta corriente al ser apadrinado por el mencionado Dre. También estuvieron la legendaria Mary J. Blige quien sigue cosechando éxitos y colaboraciones con grandes del medio como DJ Khaled, y por último pero para nada menos importante, el ganador del premio Pullitzer de periodismo por su álbum DAMN: Kendrick Lamar. Sin duda se trataba de una alineación de ensueño, y es aquí donde comenzamos a encontrar los problemas o al menos los comentarios.
Al tenerse a cinco headliners dentro del famoso show, las expectativas por parte de la audiencia se fueron por las nubes, y como siempre esto resulta el gran talón de Aquiles de toda presentación, pues los fanáticos de estos raperos deseaban un show de proporciones épicas. Como pasa ABSOLUTAMENTE SIEMPRE en estos shows, tan pronto como terminó la presentación, los comentarios en Twitter ya ponían al performance como una de las peores y decepcionantes de la historia del show, pero ¿realmente lo es? O lo que es más ¿existe de verdad una presentación tan mal lograda que debe ocupar esta etiqueta? No, tan simple como eso.
Debemos entender como punto principal que estos cinco artistas y un sexto que se sumó, el cual no fue ni más ni menos que el fantástico 50 Cent, podrían encabezar sin problema cada uno su propio show de mediotiempo. Yo sé que fue decepcionante que Eminem sólo cantara Lose Yourself y que Snoop y el Dr. se llevaran la mejor parte, pero al ver la historia dentro de este ángulo, estamos perdiendo de vista la verdadera importancia de este grupo.
No es coincidencia que se haya optado por seleccionar a estos artistas para el show, ya que para empezar en Estados Unidos y en específico la NFL se vive un gran momento de tensión racial, iniciada por la administración Trump y Colin Kaepernick, sumado al movimiento Black Lives Matter, se pusieron todas las piezas en su lugar, ya que el movimiento del rap de la West Coast precisamente nació de ese racismo dentro de Los Ángeles hacia el pueblo afroamericano. El propio Dre surgió de uno de los grupos más transgresores y revolucionarios tanto en términos sociales como musicales: los N.W.A. entonces, lo verdaderamente impresionante de este show no fue el performance de Mary J. Blige o ver a 50 Cent cantar de cabeza, aunque eso último sí lo fue, sino que lo verdaderamente impresionante fue ver a estas personas que fueron la voz de un pueblo oprimido, consagrarse en uno de los mayores focos de atención del planeta.
Y por último esta Eminem, que a pesar de ser un chico blanco de Detroit, ha logrado labrarse un camino y convertirse a sí mismo en la exención a la regla que dictaba que el rap era exclusivamente para el pueblo de color, ya que además es una abierto seguidor del movimiento Black Lives Matter, y mientras todos bailaban y cantaban al ritmo de Dr. Dre, Marshall tuvo uno de los mejores momentos dentro de la historia de los shows del medio tiempo y de la NFL: se arrodilló en señal de protesta al igual que como lo hizo Colin Kaepernick años atrás, desafiando abiertamente a toda la NFL quienes pueden sancionar jugadores, entrenadores y directivos, pero no pueden sancionar a artistas.
Podrás opinar lo que gustes acerca de este show del medio tiempo y es completamente válido, es completamente válido que el hip hop o rap o como quieras llamarle, no te guste, pero si vas a criticar a este performance, asegúrate de tener este ángulo en mente a la hora de formular tu crítica.
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