Era el año 1995 y la muerte de Kurt Cobain además de shockeante y trágica implicó el comienzo del final junto con la decadencia del grunge, género que hasta ese momento dominaba en la juventud, sin embargo fuera del círculo del grunge existía una banda que estaba apunto de reclamar su legítimo lugar como una de las más importantes de los últimos años.
Los Smashing Pumpkins son una banda que por mucho tiempo fueron relegados a un segundo plano frente a bandas contemporáneas suyas como Nirvana, Alice In Chains y Pearl Jam, sin embargo la banda de Billy Corgan sacó en 1995 un disco que hasta la fecha es su mejor material y el cual logró elevarlos al siguiente nivel de la evolución musical.
Mellon Collie and the Infinite Sadness como su nombre lo dice es un disco acerca de la tristeza y la melancolía así como también de la frustración y la ira.
Es un álbum conceptual que está dividido en dos partes: Dawn to Dusk y Twilight to Starlight, estos discos en conjunto terminan siendo una fusión potente que dentro de su catálogo nos da al menos una canción que se quedará con nosotros el resto de nuestra vida.
El disco encima nace en un momento en el que Billy Corgan deseaba hacer las cosas diferentes lo cual trajo como fruto a un nuevo productor que apoyó a la banda en este aspecto, el resto de la banda se involucró mucho más en el proceso de producción del disco y empezaron utilizar diferentes estilos además de las ya clásicas guitarras del grunge.
Éste ánimo de innovar y de cambiar estilos fue precisamente lo que ocasionó que el grunge formalmente entrara en decadencia y se comenzaran a usar o a buscar nuevos conceptos a la hora de hacer música.
Este álbum representa además un cambio el mismo Corgan, ya que fue a partir de este disco que comenzó a usar una nueva apariencia y con la que se le conocería hasta la actualidad con la cabeza afeitada y su ya mítica sudadera “ZERO”.
Dentro del track list encontramos canciones como Tonight Tonight, Bullet with Butterfly wings que logró convertirse en la mejor canción de la banda en términos de popularidad y en la insignia de esa generación noventera, ZERO y mi canción favorita 1979.
El legado que este disco tiene es uno muy importante para la música y el rock. Si no has escuchado los Smashing Pumpkins, este es el perfecto disco para empezar ya que tiene desde canciones suaves, instrumentales, baladas hasta canciones potentes llenas de ira.
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